Texto extraido de: "MEMORIA DEL FUEGO 2. Las caras y las mascaras" Eduardo Galeano. p. 161-162.
Hacen pasar al autor por loco. Déjesele trasmitir sus locuras a los padres que están por nacer.
Se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos: sin educación popular, no habrá verdadera sociedad.
Instruir no es educar. Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendran quien haga.
Mandar recitar de memoria lo que no se entiende, es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su "porque" al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo: "¿Por qué?". Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos.
En las escuelas deben estudiar juntos los niños y las niñas. Primero, porque así desde niños los hombres aprenden a respetar a las mujeres; y segundo, porque las mujeres aprenden a no tener miedo a los hombres.
Los varones deben aprender los tres oficios principales: albañilería, carpintería y herrería, porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias. Se ha de dar instrucción y oficio a las mujeres, para que no se prostituyan por necesidad, ni hagan del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia.
Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.
Que tengan todos un muy buen 2008, con las mejores de las suertes. Y sobre todo, con todas las ganas.
Lucas
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1 comentario:
Muy buen pensamiento, así opino yo pero se hace difícil cuando el resto de los compañeros se dedican a deshacer lo que vos conseguís en un año con los chicos. Doy en una escuela de bajos recursos y somos pocos los que llevamos a cabo acciones bajo ésta premisa.
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